Embarazo Adolescente y sus riesgos
En todo el mundo, la frecuencia de los embarazos precoces es cada vez mayor. Estos embarazos suelen ir acompañados de un alto riesgo de complicaciones biológicas de la madre, como anemia grave, amenaza de aborto, parto prematuro o inmaduro, toxemia, hipertensión arterial provocada por el propio embarazo, placenta previa, insuficiencia e infección cervical. En la salud de los niños, puede variar desde bajo peso al nacer hasta secuelas, que a veces duran toda la vida, como retraso mental, defectos de cierre del tubo neural, displasia biológica, entre otros.
En comparación con las mujeres de 20 años o más, las mujeres menores de 15 años tienen el doble de probabilidades de morir como resultado del parto. Del mismo modo, los niños nacidos de mujeres menores de 20 años tienen un mayor riesgo de morir en el primer año de vida que los niños nacidos de madres entre 20 y 29 años.
El riesgo de embarazo adolescente en los países en desarrollo aumenta. Algunas organizaciones internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia afirmaron que entre el 20% y el 46% de las mujeres de un grupo seleccionado de países en desarrollo tuvo su primer hijo antes de los 18 años, y luego de los 20 años del 30% al 67% han dado a luz por primera vez.
Cuales son los riesgos del embarazo adolescente?
El embarazo adolescente puede causar abortos, lo que significa un gran riesgo para las niñas, especialmente cuando los abortos se realizan ilegalmente. En el caso de condiciones médicas insuficientes, esta situación es muy frecuente. Las complicaciones generalmente incluyen: sangrado, sepsis, anemia, laceración vaginal, absceso pélvico, perforación uterina e infertilidad secundaria, etc.
Además de las consecuencias biológicas, existen otros factores que pueden afectar el embarazo adolescente, como las secuales a nivel emocional, social y económico. La noticia del embarazo tiene un gran impacto en los adolescentes, tanto la gestante como en el padre del bebé (generalmente también un adolescente), la familia de los dos y la comunidad en la que viven. La actitud de las adolescentes suele depender de la pubertad que experimentan, lo que el niño significa para ella, el origen del embarazo y el plan de vida antes del embarazo.
A una edad más temprana, las posibilidades de aceptar el embarazo y criar hijos también disminuirán, porque tienen la obligación de desempeñar el papel de madres sin estar preparadas. La adolescente no pasará a la edad adulta solo por el embarazo, seguirá siendo una adolescente y deberá cuidar de sus hijos. Las mujeres jóvenes de 10 a 13 años suelen tener un gran miedo al parto debido a qué saben qué saben qué la cesárea es una cirugía dolorosa e invasiva, por lo que pueden perder el control fácilmente. En este caso, lo ideal es dejarles acompañar por profesionales experimentados y bien formados, que puedan acompañarlas en esta etapa y explicarles de forma clara todo el proceso por el que están atravesando, para de esta forma reducir el estrés de la embarazada.
Los adolescentes entre 14 y 16 años pueden adoptar una actitud omnipotente y expresar que no le temen a nada. Por lo general, en este grupo de edad, las niñas están más preocupadas por los cambios que se están produciendo en sus cuerpos y el interés en el entorno circundante relacionado con el embarazo que por lo que les pueda suceder. Por lo general utilizan el dicho clásico es que ¡esto no me va a pasar a mí!, por lo que mantienen relaciones sexuales sin métodos anticonceptivos, ellos no consideran las consecuencias que aquello puede traer como un embarazo y que la maternidad y la paternidad inmediata es un juego. Es por esto que el problema llega más tarde porque siempre deben cuidar al niño y renunciar al estilo de vida previo al embarazo. En este caso, como en el caso anterior, si están activos, el apoyo familiar que tengan y el trabajo del equipo de salud que los acompañe jugarán un papel protector.
Efecto social?
En el ámbito social, el embarazo adolescente y los problemas relacionados presentan diferentes tipos según el sector social en el que ocurre. A nivel rural, esto suele conducir a matrimonios precoces, y los problemas que surgen son generalmente problemas biológicos como desnutrición, control prenatal deficiente o nulo y otro tipo de patologías, así mismo puede provocar una falta de educación, economía, organizaciones matrimoniales inestables, violencia doméstica, abortos inducidos y mala atención durante el embarazo y el parto. Por otro lado, en las zonas urbanas el embarazo en la adolescencia se considera un accidente que limita las ambiciones del progreso familiar.
En los niveles socioeconómicos medianos y altos los problemas que genera el embarazo adolescente se deben principalmente al deseo de los jefes de hogar de este nivel de esperar que sus hijos completen la educación universitaria, y su dependencia de los jóvenes continúa hasta la tercera década de la vida. Por lo tanto, cuando sucede, una situación no planificada como un embarazo adolescente tiene el significado de accidente, y generalmente termina en un aborto, a veces sin el consentimiento explícito de la adolescente, o en forma de matrimonio precoz que no siempre es satisfactorio para las parejas jóvenes.
En la mayoría de los casos, independientemente de la clase social de la adolescente embarazada, cuando el entorno familiar comienza a estabilizarse (generalmente a partir del segundo trimestre), comenzará la asistencia de atención prenatal. El hecho de que las adolescentes lleguen tarde al tratamiento médico es un factor que agrava aún más las condiciones de riesgo durante el embarazo.